La palabra etnocentrismo fue introducida por el sociólogo evolucionista William G. Sumner y designa la tendencia a tomar como centro de referencia el propio país, pueblo o raza y a rechazar los grupos étnicos que habitan otros lugares y que tienen una cultura diferente.
Esta postura, que puede ser consciente o inconsciente, considera las costumbres, hábitos, valores y la forma de comportamiento del propio grupo social como paradigmas para la humanidad; negando o desvalorizando los de otras culturas.
El etnocentrismo es la base del racismo, de la xenofobia y del patriotismo chauvinista, que evalúa e interpreta otras formas de cultura en términos de la propia; y que obstaculiza las relaciones, la comunicación y la colaboración entre los seres humanos, dificultando el respetuoso contacto entre distintas civilizaciones.
Esta manera de considerar a los extranjeros es una constante universal en todas las sociedades humanas, que tienden a rotular a los nacidos en otros lugares, como bárbaros o salvajes por poseer hábitos, valores y conductas, que difieren de la cultura de su propia tierra.